miércoles, 7 de octubre de 2009

Su primera palabrota

Sandra tiene ya un vocabulario bastante amplio. Sabe decir hola y adiós, las partes del cuerpo, sus muñecos, coche, moto y muchas cosas más.
En general, si tu le dices cualquier cosa repite la última palabra. Es como un loro, pero en rubita. Y ahí está el peligro. Que repite lo que sea.

Esta mañana le estaba dando de desayunar un kiwi. Lo partimos en dos mitades y se lo damos con la cucharilla. El caso que estaba yo peleándome con el kiwi (la parte del centro puede salir dura y no se parte con la cucharilla así como así). Al final el kiwi ha cedido, se ha despachurrado y me he pringado las manos.
- Puto kiwi, coño!
- Oño!

Mi segundo error ha sido soltar una risita. Nunca os ríais cuando un niño dice una palabrota, que se emociona.
- Oñoooooooooo!

Al final, he tenido que poner mi cara de papá serio y responsable.
- Eso no se dice.
Y por increible que parezca, se ha callado.

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