martes, 27 de octubre de 2009

El parto según la madre

Ahora os voy a dar mi versión porque no es lo mismo ver que sentir, y vale que sentí. Me desperté el sábado con dolor de tripa, como de tener gases. Fui al baño un par de veces y entonces parece que eso paró pero empecé a tener dolor de riñones. Pero un dolor bestial, y era cada 3-4 minutos. Mi idea original era ir a por churros, que los sábados tocan, pero no me veía con fuerzas porque además había leído que para aliviar las contracciones de riñones era bueno ponerse a cuatro patas y cada vez que me daba el dolor lo hacía, con lo cual no me veía por la calle montando el espectáculo.
No sabía que hacer, pero como veía que eso no paraba subí a despertar a Jorge. El pobre estaba todo dormidico, le dije que creía que estaba de parto pero que había sido todo muy repentino pero que me dolía mucho. Pensamos qué hacer, mi idea al pensar en el parto era esperar bastante en casa e ir al final, así dilataba mucho, no daba tiempo de epidural y estaba menos allí, pero claro, con Sandra empezaron las contracciones cada 20 min. y eran super soportables. Estas dolían mucho y encima eran muy seguidas, así que decidimos ir a ver qué nos decían. Mientas yo aguantaba por el salón, él preparó todo, vistó a Sandra y nos metimos en el coche. Yo me veía incapaz de aguantar en el coche sentada, así que plegó el asiento delantero y me metí detrás. Iba sentada pero cuando me daba la contracción me ponía a cuatro patas. Llegamos a casa de mi hermana, le dejamos a Sandra y subimos al hospital. Nos tocó enseguida, entramos y me hicieron desvestir. Mientras me quitaba la ropa me dio otra y a cuatro patas. Finalmente me subí a la mesa y me dijeron que estaba de 4 cm casi 5. Yo me quedé alucinando, porque pensaba que estaría de 1 ó 2, porque sólo había pasado 1 hora. Iban a mirarle el pulso a Sergio pero me dio otra y les dije que no aguantaba tumbada y me dejaron levantarme. Me tuve que volver a vestir, que casi no salgo y me llevaron a dilatación. Por el camino me iba parando cada vez que me daba una contracción y la que me acompañaba me reñía, pero yo pasando de todo. Llegué pidiendo la epidural pero primero tenía que ponerme el camisón. En el baño mientras me cambiaba otra vez a cuatro patas y casi no salgo. Gritando desde la puerta que la epidural. La matrona me dijo que primero tenía que ponerme una vía y monotorizar al bebé, que luego llamaría al anestesista. Me hizo tumbarme. Yo me veía incapaz de estar quieta pero si no lo hacía no vendría el anestesista, así que me tumbé. Me puso la guía, el monitor alrededor de la tripa y cuando vino la contracción yo retorciendome en la cama pero aguanté bien. Nos os creais que a cuatro patas no notaba nada, quizás es una forma de distraer el dolor, pero a mi no me funcionaba muy bien. En la cama aguantaba igual, y como la matrona no me dejaba levantarme pues estuve ahí unos 5 min. hasta que vino el anestesista. Me exploró la matrona y ya estaba de 7 cm., y mientras tenía la contracción llegaba a 9. Yo que la epidural, el hombre que negociaramos, la matrona que iba muy rápido y que aguantara, además que no me veía capaz de estarme quieta mientras te la ponen, y yo tampoco, así que al final el hombre se largó y yo me resigné. Tenía mucho miedo de cómo sería lo de empujar. Con Sandra me pusieron la epidural y no sentí nada. Le preguntaba si luego sería peor el dolor pero ella no sabía decirme, aunque decía que cuando empujas alivia. Se hicieron las 10 y cambió el turno y me tocó otra matrona, Encarna. Era más mayor que la anterior. Le pregunté si me podía levantar y me dijo que sí, que me arreglaba los tubos y me levanté. Me dijo que si me quería quejar o chillar que lo hiciera. Me gustó mucho. Yo estaba muy cansada pero me levanté para las contracciones por ayudar al niño a bajar. Después de un par noté como ganas de hacer caca, como una presión abajo. Encarna me dijo que era el niño que bajaba. Ahí lo pasé muy mal porque el dolor no se iba, antes entre una y otra tenía un par de minutos, pero ahí era un dolor continuo, no tan fuerte como antes pero sí seguido. Seguí notando cada vez más presión y luego empecé a notar que también tenía contracciones, así que se juntaban las dos cosas, pero yo empujaba y sentía algo de alivio. Me volvió a mirar y estaba de 9. Le dije que si nos íbamos a la sala de parto. Ella me dijo que vale (no la ví muy convencida, pero yo veía que no movíamos y notaba que el niño estaba fuera). Lo malo era que tenía que volver a subirme a la camilla. Otra vez me decidí porque sino subía no movíamos, yo diciendo que no iba a aguantar, ella diciendome que sí. Ahí fue un momento muy malo porque me puse un poco histérica, pero finalmente pasó. Me subí como pude y me llevaron. Me metieron en una sala y me hicieron subir a la cama de partos. Vi a Jorge en la puerta. Vi los estribos. Como me había dejado levantar probé a decirle: "y no puedo parir sin levantar las piernas?" y va y me dice que sí. Yo alucinaba (bueno, no tenía tiempo para eso, pero me sorprendió). Me dijo que podía parir sentada si quería. Y yo genial. Entró Jorge. Luego me contó que veía como caía el líquido de la bolsa a chorros (rompí aguas un poco antes de venir a la sala). Yo no notaba nada. Vino otra contracción y me puse a empujar. Encarna me dijo: "espera, que me tengo que poner los guantes" Yo aguanté pero costaba mucho, era más fácil empujar. Las contracciones volvían a dejarme un rato de descanso. En la siguiente empujé y salió la cabeza. Luego relax (era extraño después de tanto dolor esos momento de tranquilidad) La pobre estaba sentada delante mío, agachada sujetando la cabeza. Yo le pregunté si tenía que empujar o sólo en la contracción, y me dijo que en la contracción, así que esperamos. Llegó la siguiente y me pidió empujar. Ahí tuve que empujar mucho rato seguido y la presión era enorme, hasta que de repente noté que salía algo y un alivio inmediado. Una gozada. Y me pusieron a Sergio encima. Estaba todo asquerosete. Se puso a llorar el pobre. Encarna esperó a que el cordón dejara de latir y lo cortó mientras Jorge y yo mirábamos (bueno, realmente Jorge vio todo el parto, dice que era muy impresionante, yo la salida del niño no la vi) Luego se llevaron un poco a Sergio a lavarlo y hacerle las primeras pruebas y yo notaba como una irritación por abajo. Veo que está Encarna con el cordón que sale de mi, y entonces me acuerdo de que falta la placenta. Al cabo de un ratín noté un impulso de empujar, empujé y salió, muy fácil. Nos la enseñó: "esto es la placenta, aquí en esta bolsa estaba el niño" Era un amasijo de sangre, pero muy emocionante. Le pregunté si me había rasgado y después de limpiarme me dijo que un poco. Me pusieron una anestesia local y se puso a darme puntos. Yo ahí ya estaba cansada, ya no tenía dolor con lo cual me podía quejar a gusto y le dije: "ahora me voy a quejar, que me molesta y ya puedo", así que empecé. Es que quería que me dejaran ya levantame e irme con el niño, y no estar ahí aguantando mientras me hacía no se qué por abajo. Ya terminó y de devolvieron al enano. Me llevaron a otra sala durante 1 hora pero tuve a Sergio todo el rato conmigo. Al cabo de una hora a la habitación y ya subió Jorge.
En la sala de después del parto había una matrona allí y le preguntó a Encarna que qué tal la camilla nueva. Yo había leído que tenían una camilla para poder dar a luz sin tener que estar tumbada pero no había caído que era la que yo había usado. Aparentemente se parece a las otras. Le dijo que bien. Entonces yo me puse a preguntarle, le conté que después de leer la noticia de la camilla nueva había escrito al doctor encargado de los partos (doctor Tobajas) y le había preguntado si cualquiera podía usar esa camilla o había que pedirla por anticipado o preparar un plan de parto, pero no me había contestado. Encarna me dijo que le escribiera contandole la experiencia, a ver si los cambios iban más rápidos. Le pregunté que por qué me había metido en esa sala en concreto, y me dijo que porque estaba libre. No sé si pensó que quizás yo pediría no parir así o fue pura suerte, pero al final salió como yo quería. Con todos los dolores no caí en preguntar antes por la camilla, vamos, ni me acordé de que existía. Me dijo que era el segundo parto que se había hecho sentada, el resto se habían hecho con las piernas en los estribos. Le pregunté si cuando llevaban ahí a una parturienta le ofrecían la posibilidad de eligir la posición, y me dijo que no. Se veía que ella estaba a favor del cambio pero que las cosas aún iban a tardar, por eso me pidió que escribiera al doctor, que eso ayudaría. Y pienso hacerlo.

Así que al final salió el parto que yo quería (y mi amiga Mamen también) y la verdad es que es precioso. El sentir todo, el controlar, el que seas tú la que haga todo, tú con el niño y la matrona, sin médicos que te digan qué hacer, que se pongan a empujar encima tuyo, que te tengan tumbada sin notar nada. No tiene nada que ver. Aunque también hay mucho dolor, pero si consigues no perder los papeles se aguanta y también tienes momentos de descanso. También fue mucha suerte que fuera tan rápido, supongo que un primer parto no va así, pero creo que entonces el dolor no es tan fuerte desde el principio. No sé. Con Sandra entré también con 4 cm y los dolores que tenía eran puras molestias comparadas con estos.

Pero ya os digo que yo vine pidiendo la epidural, así que fue más fruto de la casualidad que de estar totalmente convencida.
Y no sé si por tener a Sergio ya conmigo desde el principio al poco de subir a la habitación ya pilló el pecho y lo sigue pillando muy bien, aunque me han salido grietas y tengo que volver a encontrar la postura, pero ya pasarán (espero)

Y bueno, eso es todo. Quería contarlo desde mi punto de vista porque para Jorge fue todo muy rápido pero no estuvo ahí ni sintió. Y me parece algo tan bonito que quería dejarlo por escrito en algún sitio.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Elena, soy Ana, compañera de Jorge en Safe.
Creo que has hecho muy bien contándolo desde tu experiencia.
Yo también tengo dos, nena y nene, y la misma impresión, porque la primera fue con epidural y el segundo a lo vivo, porque quise esperar en casa para evitar el gotero.
ENHORABUENA POR TODO.