Sandra ha descubierto el poder curativo de los besitos. Cada vez que se hace pupa (por poca que sea) hay que darle un besito en la zona afectada. Y como más vale prevenir que curar, si se hace pupa en una mano, por ejemplo, hay que aplicarle besito también a la otra. La única parte que parece inmune es la cabeza. Le encanta darse "coscos" y una de sus actividades favoritas es chocar la cabeza con su papi. Como dos ciervos cabreados.
Lo malo es que quizá le haya cogido demasiada afición a los besitos terapeuticos. Esta mañana desayunando se ha dado un golpe en el codo y mamá le ha dado la ración de besito en el codo afectado, luego en el otro codo... y luego la ha pillado dándole con el codo a la trona otra vez para pedir más.
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